Duber Piñeiro
Moscú, 7 abr (Sputnik).- En estos
tiempos del nuevo coronavirus se ha desatado otra pandemia que incluso puede
ser más letal que la enfermedad provocada por el SARS-CoV-2 y es la de las
noticias falsas que inundan las redes sociales e incrementan el miedo en los ya
aterrados ciudadanos de muchas partes del mundo. Las 'fake news' son una
enfermedad tan grave que muchos gobiernos han tomado medidas para combatirlas a
la par que enfrentan la covid-19.
En un mundo interconectado, la
posverdad se abre camino con mucha celeridad, pues es muy fácil modificar una
imagen y con la ayuda de las redes sociales hacerla viral en minutos, lo que
provoca que los bulos se propaguen y muchos los den como verdades absolutas.
Esta técnica de cambiar la verdad se menciona ya en La República, la obra más
conocida de Platón, en la que defendió la idea de que los gobernantes usaran invenciones
para preservar la armonía, la seguridad y la estabilidad social. Las llamó
"mentiras nobles".
Actualmente lo mismo se habla de
remedios sensacionales –incluida la tan esperada vacuna–, las supuestas medidas
ejecutadas por un 'dictador' para hacer cumplir la cuarentena o se reitera la
ya señalada teoría de la conspiración en la que un gobierno fue el creador del
virus para logar destruir la economía de otro.
Muchos son los temas que se
cuelan diariamente en nuestros espacios y a los que no pocos dan total
veracidad sin siquiera contrastar la fuente, tomando como verídico lo que
alguien compartió en las redes o lo que un amigo le envía por Whatsapp.
EL 'CREADOR' DEL VIRUS
Uno de los más recientes bulos
que se replicó por el mundo fue el supuesto encarcelamiento del científico que
creó el nuevo coronavirus. La 'noticia' decía que el investigador
estadounidense Charles Lieber estaba detenido por fabricar y vender el
coronavirus a China.
Esta tuvo gran repercusión, pues
estaba acompañada de un vídeo –de una cadena norteamericana– en el que se habla
sobre el caso del arresto de Lieber, jefe del departamento de química y
biología de la Universidad de Harvard, EEUU.
Pero el Gobierno estadounidense
se ha encargado de desmentir esto, pues según un comunicado del Departamento de
Justicia de Estados Unidos –replicado entre otros en el portal que desmiente
bulos en la red Maldita.es–, Lieber fue arrestado el pasado 28 de enero por
"hacer una declaración materialmente falsa, ficticia y fraudulenta".
Según el Departamento de
Justicia, el investigador –especializado en nanotecnología desde hace más de 12
años– recibía una ayuda de "más de 15 millones de dólares de dos
departamentos del Gobierno norteamericano".
El comunicado añade que "sin
que la Universidad de Harvard tuviera conocimiento, a partir de 2011 Lieber se
convirtió en un científico estratégico en la Universidad Tecnológica de Wuhan
(WUT) en China". La investigación destaca que el científico recibió un
salario de hasta 50.000 dólares al mes, más gastos de subsistencia, por su
trabajo en WUT. Es decir, el hombre violó las leyes estadounidenses al no
declarar estos ingresos, pero en ningún momento el texto hace referencia al
coronavirus.
¿VIRUS DE LABORATORIO?
Pero vamos más allá. La noticia
sobre la supuesta la fabricación del nuevo coronavirus no tiene base
científica, pues son muchos los especialistas de gran prestigio que desmienten
que el virus se haya creado en un laboratorio.
Ya a mediados de febrero un grupo
de profesionales médicos de nueve países publicó una declaración que condena
los rumores de que la nueva cepa de coronavirus detectada en China tenga origen
artificial.
"Nos unimos para condenar
enérgicamente las teorías conspirativas de que la covid-19 no tenga orígenes
naturales", dice el comunicado, publicado en la revista médica Lancet.
La nota señala que
"científicos de numerosos países publicaron y analizaron los genomas del
agente causal (de la enfermedad), el coronavirus 2 del síndrome respiratorio
agudo grave (SARS-CoV-2), y en su mayoría concluyeron que se trata de un
coronavirus que tiene origen en la vida silvestre, igual que muchos otros
patógenos emergentes".
"Las teorías de conspiración
no hacen nada más que crear miedo, rumores y prejuicios que ponen en peligro
nuestra colaboración global en la lucha contra este virus", subraya el
texto.
Por su parte, el ministro de
Salud ruso, Mijaíl Murashko, se mostró partidario de la hipótesis oficial sobre
el origen del SARS-CoV-2, según la cual este tipo de coronavirus es el
resultado de una mutación natural.
"Hay muchas opiniones, hoy
en día la mayoría dice que es un virus natural que se ha adaptado a las
condiciones de interacción directa con los humanos, no veo razón para ponerlo
en duda", dijo en una entrevista en la cadena 1tv publicada a inicios de
abril.
Entre los rumores que circulan
figura el de la posibilidad de que el nuevo virus se hubiera
"escapado" de uno de los laboratorios que se encuentra bajo el
control de los militares en la provincia de Hubei, así como de la supuesta
muerte de uno de los científicos a causa de la enfermedad.
Por otro lado también se divulgó
que el SARS-CoV-2 podría haber sido creado
por los Estados Unidos como arma bacteriológica de la guerra comercial desatada
por Washington contra China.
PUTIN Y SUS LEONES
A finales de marzo se hizo viral,
principalmente en Twitter, la imagen de un león caminando por una calle de una
ciudad y afirmaron que se trataba de una medida de las autoridades rusas para
garantizar la cuarentena. La publicación aseguraba que el presidente ruso,
Vladímir Putin, había soltado a 800 tigres y leones por todo el territorio del
país para hacer que sus ciudadanos se quedaran en casa.
Sin tomarse el trabajo de
comprobar su autenticidad hay quienes afirmaban que esta medida era la única
razón por la que el brote de coronavirus no era tan mortal en Rusia como en
otros países, "salvaje, pero 100 por ciento efectiva", escribieron.
La portavoz del Ministerio de
Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, comentó que era un chiste muy
gracioso, pero observó que los rusos prefieren otros animales salvajes.
"Como sabrán, tradicionalmente soltamos a los osos a la calle",
bromeó la diplomática y agregó que "los osos son más eficaces".
GUERRA A LOS FAKE NEWS
Desde la aparición del nuevo
coronavirus múltiples han sido las noticias sobre cómo frenar la pandemia, qué
hacer para no contagiarse y demás, pero igual que ha habido muchas
recomendaciones de gran valor y ayuda, también han circulado muchos bulos y
fake news que no han hecho más que confundir a los ciudadanos. Sobre todo, son
frecuentes los que hablan de curas maravillosas o remedios para impedir que el
virus llegue a los pulmones, por solo citar dos.
Por eso desde la presidencia rusa
consideran que cualquier medida tomada para combatir la divulgación de noticias
falsas sobre el covid-19 no resultará excesiva, según el portavoz del Kremlin,
Dmitri Peskov.
"Es algo totalmente correcto
en una situación así, ya que ahora las personas resultan especialmente
perceptivas ante la divulgación de rumores falsos o fake news, y eso agudiza la
situación de una manera totalmente innecesaria (...) es algo que debería ser
castigado por la ley", dijo el portavoz.
Para prevenir la desinformación
sobre el nuevo coronavirus, la mensajería estadounidense WhatsApp decidió
limitar los mensajes reenviados: a partir de ahora, solo se podrá enviarlos a
un chat por vez.
También se proyectó sobre el tema
la red social Facebook, que desde febrero anunció que trabajaba para eliminar
las noticias falsas y así brindar información útil sobre el brote del
coronavirus.
Mientras tanto, el SARS-CoV-2
sigue sumando víctimas con más de 1,36 millones de contagios y unos 76.000
muertos por el virus en 184 países. Y sin una cura en el horizonte y con
hospitales abarrotados en muchas partes del mundo, en los medios y las redes
sociales hay que seguir difundiendo informaciones objetivas, con responsabilidad,
para que la verdad se imponga a la posverdad. (Sputnik)
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